
Ahora es el turno de una de mis series favoritas: Doctor House y lo que me gusta de ella es la complejidad de la personalidad del protagonista. Ahora, una pequeña muestra de ello…
Todos mienten, afirma el Dr. Gregory House, ese brillante bastardo consumidor de pastillas, el que cojea por los pasillos del Hospital Princeton-Plainsboro y golpea hacia un lado la ética médica con un movimiento de su bastón. House nos dice que la humanidad está sobrevalorada y que la naturaleza de la medicina es que vas a fastidiarte.
Somos animales viles y egoístas que se arrastran por la Tierra, pero como tenemos cerebro, de vez en cuando podemos aspirar, con gran esfuerzo, a hacer algo que no sea del todo malo. Él piensa que la vida no tiene sentido, House lleva lo que Sócrates llamaba “una vida de examen”, y Aristóteles “una vida de razón”, y una existencia semejante tiene sentido.
“Si hablas con Dios eres, religioso; si es Dios el que te habla, eres psicótico”. Mucha gente piensa que, si no hubiera Dios, la vida no tendría sentido.
Lo que House opina sobre la religión, al preguntarle por qué le resulta tan difícil creer en Dios: “Lo que me resulta difícil de creer es el concepto general de la creencia; la fe no se basa ni en la lógica ni en la experiencia”. “Por lo regular los argumentos racionales no surten efecto en la gente religiosa, de lo contrario, no habría nadie religioso”.
House le responde a una monja que no estaba dispuesta a darle la espalda a su religión, aunque su salud dependa de ello. “Puede creer todo lo que quiera en espíritus, en la otra vida, en el cielo y el infierno, pero cuando se trata de este mundo, no se haga la idiota, porque usted puede decirme que pone su fe en Dios para llegar al final del día, más cuando se trata de cruzar la calle, estoy seguro de que mira a ambos lados”.

Sócrates y House se valen de la confrontación de los hechos para hacer reflexionar a su interlocutor para que saque sus propias conclusiones.
De Nietzche toma la idea del súper hombre, la cual marca en gran parte su personalidad con un dechado de hazañas, pero más aún, con nobleza de carácter o temperamento superior, lleno de confianza en sí mismo y en su propia voluntad para “superar” la opresión y sometimiento que implica el peso de la moral y las costumbres. Nietzche destaca que “el estilo que se confiere al propio temperamento” es la parte medular de una vida sobresaliente. El rasgo más importante de este famoso doctor es que no se viste ni habla como el clásico médico de hospital ni observa sus modales. Resulta envidiable el hecho de que logre decir lo que piensa de un modo desenfadado y por su actitud libre de culpa cuando trata de imponer sus propias creencias y deseos.
Doctor House tiene un importante predecesor en cuanto a su interés por la negatividad de las relaciones sociales. Sartre subraya la ansiedad que nos provoca la relación con los demás y la manera en que ésta puede coartar la autonomía del individuo. “El infierno son los otros”. Si bien considera las relaciones sociales como enormes fuentes de conflicto y preocupación, Sartre destaca igualmente el hecho de que resultan esenciales para nuestro ser y en la vida de House, esto se hace evidente por medio de la medicina.
Por último hablaré un poco sobre el amor: el único riesgo que House no puede correr. A diferencia de las definiciones tradicionales, el amor no se expone como un sentimiento sino como una experiencia compuesta por un conjunto de emociones, y que a diferencia de otros estados mentales nos lleva a la acción en mayor medida, siendo la voluntad un catalizador…
En conclusión expreso que tres minutos no son suficientes para conocer y analizar una filosofía de vida tan compleja e interesante como la de éste sexy pero nada encantador doctor..
¡Oh! Lo olvidaba… nada es perfecto, a continuación un video con los bloopers de la serie. Enjoy it!
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