La ladrona de libros by Markus Zusak:

Tierno, fascinante, profundo, entretenido, conmovedor, “La Ladrona de Libros" es una novela ambientada en la Alamania Nazi durante la II Guerra Mundial. El autor es el escritor australiano Markus Zusak. La editorial es Lumen.
Un libro que aborda con maestría el profundo tema de la muerte, junto con los temas de la pérdida, de la crueldad y de la maldad humana. La protagonista es una niña de diez años llamada Liesel Meminger que roba libros relacionados de alguna manera con acontecimientos de su vida privada. Así se inicia en el robo con "El manual del sepulturero" un año antes de la guerra en recuerdo a su hermano muerto y a su madre desaparecida. Ésta se encuentra de frente con la fría muerte quien se inquietó tanto con su personalidad y su historia trágica, que decide conservar la memoria de su historia. Así la muerte será la narradora de esta novela.
El autor nos relata cómo la madre de la niña lleva a sus dos hijos a Münich para dejarlos al cuidado de unos padres adoptivos: Hans (un hombre amable y encantador que enseña a leer a Liesel) y Rosa Hubermann (una mujer de difícil carácter que le hace la vida imposible a sus hijos adoptivos y a su esposo). Es en esa familia donde la niña Liesel conoce "El manual del sepulturero". El bueno de Hans la enseñará a leer utilizando este libro poco apropiado para una niña de corta edad.
Como se puede advertir tras leer el primer párrafo de este artículo, la Segunda Guerra Mundial vuelve a ser, una vez más, escenario de una historia de ficción. Con el tiempo, el poder de las palabras que Liesel va descubriendo terminará por salvarle la vida, la historia de una ladrona de libros que encontró en las letras una forma de mejorar su realidad y la de su entorno, aún cuando el panorama era desalentador.
La novela nos muestra como la sociedad alemana va cambiando hacia el racismo. No se debe admirar a los negros auque sean campeones de las Olimpiadas de Berlín como hace un amigo de la niña llamado Rudy.
El argumento de la novela va mezclando la historia personal de los protagonistas con la historia de su país. Alemania invade Polonia, el antisemitismo avanza a pasos agigantados, Francia y Gran Bretaña le declaran la guerra al todopoderoso Hitler,... Y los protagonistas no son indiferentes a su entorno político: toman partido por uno u otro bando, a pesar de ser alemanes. Y también aparecen los judíos perseguidos representados en un tierno niño que escribe cuentos para escapar del horror dejando volar la imaginación.
La ladrona de libros nos habla de personas que viven, sufren y sobreviven en un país que ha provocado una guerra. También en la Alemania nazi hay hambre, igual que en el resto de los países en conflicto. Los niños roban comida.
Se te pone la piel de gallina cuando llegas al episodio en el que la niña roba "Mein Kapft" de Hitler. Lo roba el mismo día en el que el odioso Hitler celebra su cumpleaños.
Lo más original de esta novela es que muestra la II Guerra Mundial desde el punto de vista de los perdedores, es decir, de los malos. Pero no todos son malos. En Alemania también había gente contraria al régimen nazi. Los que apoyan a Hitler son los resentidos por el Tratado de Versalles que impuso duras condiciones económicas a Alemania cuando pierde la I Guerra Mundial.
Debo admitirlo, lloré como Magdalena y es que es una historia hermosa y diferente. Me encantó la idea de que la muerte sea la narradora y lo hace muy bien aunque entre su originalidad se le ocurrió contar el final a la mitad del libro…
Y ahora me despido con una de las bellas frases de la muerte narradora:
“El corazón de los humanos no es como el mío. Es de los humanos es una línea, mientras que el mío es un círculo y poseo la infinita habilidad de estar en el lugar apropiado y en el momento oportuno. La consecuencia es que siempre encuentro humanos en su mejor y en su peor momento. Veo su fealdad y su belleza y me pregunto cómo ambas pueden ser lo mismo. Sin embargo, tienen algo que les envidio: al menos los humanos tienen el buen juicio de morir”.
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